La increíble historia de un bebé que murió al nacer y su madre lo tuvo en su pecho dos horas… ¡y revivió!
Mientras los doctores les informaron a la mujer y a su marido que el niño estaba sin vida, pero el amor de su mamá hizo que la historia fuera otra.
Estos son los casos en los que el que no cree Dios -cualquiera sea la religión- o en los milagros se encuentra en una encrucijada.
Esta increíble historia ocurrió hace ya unos años en Australia y sigue sorprendiendo al mundo.Kate Ogg dio a luz a los gemelos Emil y Jamie, quienes nacieron prematuros. Lamentablemente, los médicos le comunicaron a la mujer y a su marido David que esté último estaba muerto, a pesar de los refuerzos que hizo el equipo para resucitarlo.
La pareja estaba devastada, pero a pesar del dolor, ella pidió poder sostenerlo y ponerlo contra su pecho y así los dos poder despedirse del bebé. Y los minutos pasaron hasta que pasaron dos horas.
Pero ni bien Jamie tuvo contacto con el pecho desnudo de su madre comenzó como a hacer pequeños movimientos, primero fue un suspiro casi imperceptible. y cuando sus padres los miraban, él parecía hacer movimientos más pronunciados.
La pareja no sabía qué pensar ya que se habían resignado a la muerte de su pequeño, pero ante lo que ellos percibían decidieron llamar al cuerpo médico para contarles lo sucedido. A pesar de ello, los doctores insistieron que los movimientos eran puramente reflejos y que no estaba vivo.
Y gracias a Dios estaban equivocados ya que después de dos desgarradoras horas, el niño pero abrió los ojos.
Lo que la pareja hizo es o que se llama en Australia es “el cuidado del canguro”, que consiste en darle calor al niño a través del pecho desnudo del padre o la madre, obviamente que es mejor con la mujer, para que tenga contacto con su piel y que pueda escuchar el sonido de su corazón. Tal como hacen estos animales que conservan a su bebé en la bolsa.
En un momento dado, Kate puso algo de leche de pecho en su dedo y Jamie la bebió. Aunque las esperanzas eran casi nulas, querían seguir intentándolo. “Pensamos que él se hace más fuerte, no está muerto’, dijo esta maravillosa mujer en una entrevista meses después.
Pero lo peor del caso es que el incrédulo médico seguía diciendo que estaba muerto y que sólo se trataban de reflejos, a pesar del pedido de la pareja para que viera lo que estaba pasando, éste no regresaba. Sólo lo hizo cuando ellos le pidieron que les explicara la muerte. Pero cuando llegó y sacó su estetoscopio y escuchó los latidos en el pecho de Jamie, mientras movía la cabeza incrédulo. “Él dijo: ‘no lo creo, no lo creo’”, agregó Kate.
Este milagro conmocionó a los australianos. David Ogg hizo declaraciones al periódico Daily Mail: “Ella hizo lo que hizo, por instinto. Si no hubiera hecho eso, Jamie probablemente no estaría aquí”.
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